La ciudad de un noviembre de Santiago de Chile
En sus calles los inmigrantes morenos miran con recelo ,
Los borrachos parecen sacados de un comic
Y no dan más de ebrios.
mujeres hermosísimas del barrio independencia
perros , muchas personas, automóviles.
Salgo de mi hotel en dirección a la feria del libro
Suena el teléfono
un amigo que nos presentará,
compro pilas para tomar fotos de la lectura
Monjitas, Santo domingo, parque forestal, una gringa toma fotos
pero ella es la foto, me mira y sonríe, se pierde en la muchedumbre
Estoy algo depresivo, vuelvo a mi hotel a buscar un remedio por si acaso
El teléfono suena de nuevo, mi amigo viene en el metro, bájate en bellas artes- le digo
abro el frigobar, cervezas, agua mineral, chocolates
elijo la cerveza y el chocolate
prendo y apago la tele
salgo.
La feria del libro, mercado de letras sin tinta
ediciones de lujo, y escritores que no tienen dinero para adquirirlos
al menos esa es mi impresión,
no, no somos Rock Star, pero viajamos igual , porque hay que estar ,
pero eso no importa, de todas formas las cervezas y el vino llegarán a la mesa
y las pagará el que tenga que pagarlas,
el el resto es una página en blanco.