miércoles, 23 de marzo de 2011

Conozca a Rosario Orrego, la primera novelista en Chile


Ella se dio el trabajo de mostrarnos los vicios, tabúes y limitaciones de un mundo dominado por la pluma de los hombres, sirviéndose de fanzines y columnas para enviar su crítica social. 


Por Karen Pesenti

Rosario Orrego (1831-1879) ,nacida en la época de transición de la independencia, es conocida como la primera novelista y académica en Chile. 
Oriunda de Copiapó, es casada a corta edad, algo típico para esa época, lo que al tiempo la lleva  a trasladarse a Valparaíso, donde comienza su carrera de escritora. 
Por cuestiones técnicas los escritores se veían obligados a imprimir sus trabajos por fascículos. Esto nos explica porque Rosario Orrego tenía toda su obra repartida en varias publicaciones y revistas de la época. 
Es por aquellos tiempos que Rosario postula a un concurso literario organizado por la Universidad de Chile. Sin embargo, por cuestiones de tiempo y "moral", su novela "Alberto ,el jugador" es editada por entregas en la "Revista del Pacífico” que había llegado a Chile en 1811. Aun así, las intelectualidades eran territorio masculino, por lo cual RO no recibe el premio, que es obtenido por Blest-Gana con "Aritmética del amor".
No obstante la escritora es diestra presentando los vicios de los hombres, representándolos como abusadores, pendencieros, ambiciosos y desesperados, incapaces de valorar el amor de sus mujeres. 
En "Los busca-vidas" nos dibuja la realidad de una Atacama que no ha evolucionado desde entones. Tal cual una vidente, nos muestra la vida de los pequeños mineros quienes mas que llenarse los bolsillos, se empobrecen en lo moral y en lo económico; de esta manera muestra  su experiencia copiapeña con crudeza y emoción, tal cual lo haría un guión de teleserie. Las novelas de Rosario Orrego poseen todos los elementos necesarios: drama, accion, amor, sufrimiento y realidad. 
Su escritura es formal, canónica; sin embargo es mujer, lo cual le impide ser toda lo escritora que habría deseado ser. 
Ella se dio el trabajo de mostrarnos los vicios, tabúes y limitaciones de un mundo dominado por la pluma de los hombres, sirviéndose de fanzines y columnas para enviar su crítica social. 
Un poema................
ASÍ QUIERO MORIR (fragmento) 
¡Quién pudiera morir como esa nube
que miro evaporarse suavemente!
Blanca y aérea al firmamento sube
en las ligeras alas del ambiente.

¡Quién pudiera morir como esa estrella,
eclipsarse no más unos momentos,
y volver a brillar, feliz como ella,
en otros azulados firmamentos!

¡Quién pudiera ser rayo de la aurora
y, al declinar la tarde, confundirse
en medio del crepúsculo que dora
la moribunda luz al despedirse!

¡Quién pudiera ser flor y al marchitarse,
el cálice doblar sin agonía,
y aún pálida e inerte al deshojarse
derramar en las auras la ambrosía!

lunes, 7 de marzo de 2011

José Lezama Lima Poeta Cubano



Poeta y novelista cubano José Lezama lima es poco conocido en la literatura hispanoamericana, de un barroquismo abismante el viejo Lezama reclama para la poesía una escritura dificíl, llena de metáforas y  formas métrica que abarcan desde el sonetos a la prosa poética , casi dramatúrgica. Un poeta de culto que escribió esa novela maravillosa y surrealista llamada "Paradiso", y de la cual Cortazar tenía su más elevada opinión. He aquí uno de sus trabajos de art poética.



Al llegar la poesía a su identidad, espejo y médula de sauco, abre sus cien puertas. Al llegar al centro de la tierra, por la misma potencia secreta del logro de su vacío, alcanza lo estelar. En el hálito que recibe el hombre está el espejo de lo estelar y en las palabras que devuelve, la inauguración de la arcilla con lluvias. En la poesía, único milagro para el que se nos ha concedido permiso, según Baudelaire, se mantiene lo telúrico de la palabra devuelta en la metáfora, que es la pareja infinita, y en la imagen, como cubrefuego de lo estelar. Ahí el hombre logra ver, modular casi la infinitud de las metamorfosis en la permanencia o resistencia infinita.

Gota, germen, acto, corpúsculo, esfera, trocándose en fluencia, cuerpo, participación, logrando la epifanía verbal por la que el acto naciente se trueca en  signatura. Elaboración de la arcilla terrenal, le ha sido concedido al hombre producir de nuevo en relación con un producto como él, una arcilla como él, una arcilla que fluye como el agua y reproduce la imagen como el agua.

Condenado el poeta a que su metáfora suprema sea la resurrección, es la gratitud y la exigencia, allí todo se nos regala  y  todo se nos quita. Perplejo, absorto, el poeta ha sido condenado a escribir la poesía y a recibir la rebelión de la palabra ante la escritura que la busca sin fijarla. Pero ese combate, quizá el que más haya justificado la existencia del hombre, siempre recomienza como una estación desconocida, pero imprescindible en su función de precisar la caída de las nubes en el rio que las impulsa de nuevo


domingo, 13 de febrero de 2011

Ricardo Inostroza Premio Romeo Murga

Ricardo Inostroza es un joven poeta copiapino,  lee mecánica cuántica y versifica la realidad con sus palabras ingeniosas. Lector incansable, ha asimilado en corto tiempo una vasta tradición literaria y poética que lo llevó el año  2009 a ganar el premio de poesía Romeo Murga , donde entre otros jurados se encontraba la destacada poeta nacional Rosabety Muñoz. (
Ratada). He aquí una selección de sus trabajos que sin duda son de las buenas producciones liricas de esta parte del mundo y del desierto. 



es este corte que tengo en mi mano,
se ve profundo no?
pues, se lo dije también.
compartíamos dulces en la escuela
y lo defendía de los más grandes
que siempre nos golpeaban por nada.
camaradas, éramos los únicos camaradas
en ese lugar, otros tiempos sin duda,
en todo caso éramos sólo unos críos locos.
él sólo tenía que hacer un pequeño esfuerzo.
fue esta mañana. He tenido problemas
de dinero: unas deudas, unas muchas.
al tipo le enseñé matemáticas, sabes.
y dicen que no debo fumar,
puedes creerlo? cómo no fumar
en situaciones como esta.
pronto vendrán a embargarme,
he puesto doble llave, y un gran candado en la reja,
la vecina sabe que si preguntan, yo no vivo allí.
Por la cresta! he hablado con él esta mañana,
en su oficina y el traidor no me quiso dar
ese miserable adelanto que prometió.