domingo, 26 de septiembre de 2010

Escritores Sech de la Provincia del Huasco

Escritores de Atacama
Escritores de Atacama y particularmente de la provincia del Huasco nos reunimos este sábado en la ciudad de Vallenar a celebrar la fiesta costumbrista realizada en la plaza de armas del lugar. Junto a Juan García Ro, escritor profundo de una sencillez que acoge a todos los amigos, la gestora y escritora Patricia Rivera incansable promotora de nuestro arte, Juan Soñador Rivera, poeta joven y de un humor fantástico, Jorge Zambra entrañable poeta de una lírica muy lúcida, más la juventud y sorprendente producción poética de Alicia Tapia, nos dimos cita  en la ciudad de las uvas y el sol  
En este tipo de actividades los escritores compartimos con el público, nuestros libros y nuestras experiencias, siempre es buena  la retroalimentación con la gente, así uno está más conectado con la realidad. El lector de Vallenar es conocedor de su terruño, por lo mismo agudo y conversador. Tuvimos la oportunidad de realizar la campaña de recolección de firmas para que el Premio Nacional de Literatura se entregue  anualmente y la Sech tenga un representante con voz y voto en el jurado de este  importante galardón nacional.

He aquí algunos de los trabajos de la poeta Alicia Tapia:

El Dolor del Hambre

Las rodillas magulladas con pústulas sangrantes
No duelen como duelen las tripas que no callan
Y duelen como dagas claveteando en las costillas
como puño de hombre grande
en las mejillas de algún niño.

No he visto horas extensas
Como aquellas... las hambrientas, las vejadas,
las que no pueden curarse con hierbas

Aquellas horas famélicas
me restregaban en el rostro
mis carencias heredadas,
el estigma de mi nombre,
la caracha y el piñen.

Olores de otros ranchos
a caldo, a pan, a charqui...
crueles puñaladas en la boca del estómago
rumiando los olores
y aún enflaqueciendo como palo.

Se me caían los mocos
recogiendo los pacules
embutiendo en los bolsillos
la semilla tan sabrosa,
tan escasa, que era guerra con ratones.

Yo masticaba el hambre y me tragaba el apetito
mi madre inventaba extraños cocimientos
el agua con sal y patas resecas de cabra.

Tras de mí, la hilera era copiosa
diez ojitos lagañosos
con trancos lacios
hacían penar aún más
las dos churrascas
que tiritaban por la repartija.

La mujer tejió cuadros grandes de lana
que ligó en una sola frazada,
luego el hombre hacía sartas de lapas
que guardaba para el tiempo
de las vacas más flacas.

¡Hambre! 
nido de gorgojos en los panes duros,
moho en el moreno cochayuyo, 
percán los chicharrones del marrano,
matraz de rechinidos y piduyes.

Duele la miseria y sus puñales,
el niño y su pañal mojado,
la hedionda esencia de mi albergue
que aún me sigue carcomiendo los recuerdos.

¡Hambre!
mal que apaciguaron los vecinos todos
ña Carmela con sus panes ambrosianos;
Ramón y sus zapallos, pesados como piedras,
el gringo y sus camotes,
la ropa en grandes sacos.

Así la caridad me vio crecer,
haciendo menos flaco el caminar.

( del libro  "El Dolor el Hambre" , año 2010, de Alicia Tapia escritora de Freirina)

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